viernes, 2 de diciembre de 2022

Mi encuentro con seres de otros mundos.

 


Esta experiencia me la entrego mi mente en un sueño lúcido, no es propiamente un encuentro en esta realidad material. 

Todo comienza con el avistamiento de un ovni el cual  llamó mucho mi atención, ese ovni no paraba de volar como queriendo captar la atención de mi propio sueño, es ahí donde el sueño comienza a tomar color y lucidez.

Dicho ovni que acapara toda mi atención se detiene a una considerable altura y es cuando no se porque motivo, mi sobrina y yo nos vemos arrastrados a andar hacia dicho objeto. Es ahí cuando estamos bajo el artefacto, que baja una plataforma y nos alza en vuelo hasta la escotilla del ovni. 

En ese instante ayude a bajar a mi sobrina Alba al centro de la cabina y yo quede en un lado. Es curioso pero en ese momento no vi gente y sin embargo presentía presencias dentro de el artefacto. Cuando pasa un rato, cometo si es posible que se puedan dejar ver para ver cómo son. Y plaf cual es mi sorpresa, son como nosotros la misma fisionomía.

Es aquí cuando comienza la parte realmente importante. Comienzo a conversar con uno de ellos, el porta una especie de cristal con algo que brilla internamente. Es en ese momento cuando el coge la amatista que llevo colgada y la carga de algún tipo de energía que hace brillar dicho cristal.

La verdad en todo momento se respiraba una increíble armonía, amor, paz y compañerismo. Era un sensación de plenitud total, este chico moreno, alto y delgado me habla de cosas pero no recuerdo nada de esto.

Mientras sucede todo esto, observó los rostros y todos son muy hermosos. Es ahí cuando el ovni desciende en la noche en una playa remota. Con un cielo estrellado comenzamos a andar por la arena suave hacia la costa. Como en una especie de ritual todos nos sentamos en la orilla del mar y una chica me dice que es algo habitual irá a ver la puesta de luna.

Mientras esto sucede yo quedo atónito del gran amor que se respira en este lugar. Es increíble. Para más sorpresa, la chica de mi lado va a dar un beso a su pareja, un chico de al lado pero en  ese momento se acerca a mi y con mucho cariño y de forma muy amorosa me da un beso trasmitiendo un amor más allá de cualquier insinuación. 

Yo quedé asombrado, estaba viviendo una sensación de armonía increíbles. Cuál es mi sorpresa cuando un amigo aparece en la escena al otro lado  y le digo es increíble Manolo.  

Al despertar de este increíble y hermoso sueño pensé. Cuanto tenemos que cambiar, hoy vivimos por el yo, cuando la confraternidad, en compartir es lo más hermoso, pero respetando cada uno su libre albedrío. Todos somos libres, pero la misma vez unidos. Este es el punto de equilibrio para una buena convivencia fraternal.  

La unión que se vivía en este sueño era totalmente diferente a lo que yo he vivido nunca. Una unión especial, todos somos uno dentro de nuestra independencia. Todos fluían en la misma sintonía de amor. Abrazando aquel momento de conversaciones y ritual en aquella playa. Un ritual de conexión con el cosmos con nuestros hermanos. 

Aquí queda todo... Abrazos de luz.