Espiritualidad verdadera

 

En el siglo XXI se han difundido ampliamente el conocimiento de sabidurías espirituales que acercan al ser humano al conocimiento sobre si mismos y a la conexión con el amor inagotable del todo, de Dios.

Muchas veces por mi gran anhelo existencial al más allá por mis experiencias vividas, navego por internet buscando llenar un poco ese vacío que mis inquietudes dejan tras de sí y me encuentro un panorama desolador.

Internet es un portal al mundo y por ende encontramos de todo. No es de extrañar ver como hermanos/as venden el conocimiento adquirido de otros para hacer una vida de ello. Pero más allá de esto, es que hacen una vida a costa del mal ajeno, del dolor y sufrimento de los demás. ¿Es esto espiritualidad? ¿Es esto amor desinteresado por el prójimo? ¿Es bondad y humildad? ¿Acaso Jesúscristo, Buda, Lao tse obtuvieron beneficios económicos por dar luz al mundo?

Vamos a ver la historia: Buda era un príncipe que abandonó todas sus riquezas en busca de erradicar todo el sufrimento. Cuando llego a la iluminación compartió su sabiduría. Jesucristo por otro lado era un predicador ambulante, que daba su conocimiento sobre el Reino de Dios. 

La verdadera espiritualidad está en esto mismo que hicieron los grandes maestros, en dar sin pedir nada a cambio. ¿Acaso no es satisfactorio poder facilitar el camino a otros hermanos con el conocimiento que tenemos? Y ojo que no es nuestro. La espiritualidad debe estar para servir, para dar, regalar y hacer el bien. No para el lucro personal, vendiendo remedios infalibles, llamando la atención de la persona con algún tipo de problema. Donde hay amor no hay interés. Sobran las palabras con esto mismo. 

Si nuestro interés es aportar, luz la aportaremos sin pensar en crear una franquicia en las diferentes vertientes espirituales. Dios no dios la oportunidad de ser y existir pero no para esto.

Use bien estas letras para meditar y reflexionar sobre estas cuestiones. Si usted se siente en paz consigo mismo con hacer y actuar de esta forma. Nada me gustaría más de que exista  luz en su corazón y entienda estás palabras. 

Paz y amor siempre. 

Daniel.