Recientemente gracias a Esther una neuropsicóloga brillante y me consta sobradamente para decir que con un alma radiante de luz. Me hizo llegar a través de un amigo Vicente de Purchena, unos test para personas altamente sensibles denominados PAS.
Hice los test y el primer resultado fue 94%, en el segundo fue un 91%. Descubrir esto no fue raro ya que venía viendo artículos sobre los niños indigos, lo cual habría que sumar las experiencias espirituales desde que nací en este caso. Hace unos días Esther me propuso escribir mi desarrollo como PAS y como superamos la adversidad. Primero habría que empezar relatando como fue mi vida y como me sentí a lo largo de mi vida.
Recuerdo con dulzura como veía el mundo con muy pocos años, recuerdo fijarme en la naturaleza con una viveza increíble. Saboreaba cada rayo de luz caído del cielo, el agua correr por los riachuelos de mi pueblo St.Maurice. Vivía como un niño pero esa "magia" esa conexión con el todo era un éxtasis en aquello momentos. Recuerdo días de clase donde observaba el atardecer caer mientras los pájaros cantaba y mi único deseo real era estar en aquellas praderas verdes rodeado de manzanos y flores.
Pero todo eso fue cambiando, la vida no comprende a los seres sensibles. Nos preparan para luchar, ser fuertes y en mi caso entendí que mostrar dulzura, sensibilidad era un síntoma de debilidad cuando esto realmente lo único que hace es matar al ser hermoso que podemos llegar a ser.
Viví por muchos años marginado interiormente donde nunca sentí conexión real con nadie. Solamente conmigo mismo, todo lo demás fue una fachada de mi que mostré al mundo. Queriendo guardar lo más valioso para mí, mi sensibilidad, mi alma. Sufrí enormemente por todo, sobretodo por no sentirme parte de nada, sentirme que no encajaba en este mundo, que había caído de otro lugar para sufrir aquí. Nunca sentí el cariño de los demás o algo que me hiciese sentir más cerca de la gente.
Pase gran parte de mi infancia y adolescencia donde la soledad y la música eran mi mejor amiga, donde reflexionaba. Donde el tiempo se convierte en armonía huyendo de toda la locura mundial que nos absorbe diariamente. Sufrí muchos cambios, cambiar de colegio tres veces y de país. En esta parte también la sufrí bastante ya que me tiré dos años consecutivos donde noche tras noche mi mente se iba a mí pueblo de nacimiento.
Para la adolescencia con cuando acabe el colegio me fui a trabajar, ya que nunca tuve claro dónde enfocar mi vida. Pero la soledad interior siguió siendo parte de mi vida, mi soledad aumento cuando sentí el rechazo de las chicas que me gustaban "cosas de amor"
No ha sido mi fuerte el amor, sufrí el no respetarme a mi mismo, no amarme y dejar que me pisoteen y todo por lo tener el cariño que nunca me habían dado. Mi frustación era tan grande que en multitud de ocasiones desee la muerte, sin embargo un día todo cambio. Después de ser pisoteado, no amado comencé a abrazar mi sensibilidad mi don, mi espiritualidad.
¡Ante la adversidad!
Cuando eres pisoteado, cuando te ha faltado cariño, cuando has sentido todo el vacío que te hacen los demás llega un punto donde tienes que reaccionar por amor propio. Ante tanta incomprensión, ante tanta miseria de la vida, decidí ser valiente y abrazar el cambio interior. Comencé a trabajar mi espiritualidad, entendí los conceptos como el ego, como la vida es como es y somos nosotros los que debemos aceptar para no sufrir.
Las cosas son como son por alguna razón. Todo ese mal que sufrí me han convertido hoy en día en quien soy, una persona que ya no llora por amor, por la comprensión de alguien. Sino una persona que trabaja por su amor interior, por su sensibilidad donde entiende que lo más bonito es reconocerte a ti mismo como ser individual y amoroso que eres.
Buscaba afecto, cariño y nadie me lo dio cuando lo necesitaba, solo yo mismo tuve que ir curando un poco mis heridas profundas. La personas nunca van a dejar de funcionar como ellas son por eso adáptate a como tú eres acéptate si tienes ese don de la sensibilidad porque somos una minoría en el mundo, pero una minoría que podemos cambiar el mundo, nuestro entorno y sino pues hacerlo más agradable donde reine el amor y no el desamor que tanto mata los corazones.
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